La necedad de Diego Sinhué por Carlos Zamarripa

Jorge Acuña, columnista Platino

Necedad.  No hay otra forma de interpretar la continuidad de Zamarripa al frente de una de las posiciones de seguridad más importantes del Estado.

Quien se lleva la nota en estos días es Zamarripa, que es el candidato del bloque panista en el Gobierno del Estado empezando por Diego Sinhué y por los diputados blanquiazules en el Congreso, para convertirse en el titular de la Fiscalía que está por constituirse en el Estado.

Lo cierto es que, este tema de Zamarripa a la Fiscalía del Estado, está envuelto en una maraña de enfoques legales, políticos y sociales, que deberían estar alienados bajo el interés público, pero no lo están porque prevalecen los intereses de grupos que generan confusión y una lucha de poderes y posicionamientos alejados a la conveniencia social.

Así que, vale la pena hacer breve análisis bajo los diferentes enfoques.

En la apreciación estricta de las disposiciones legales, no hay que darle muchas vueltas, el tema jurídico se centra en la reforma a la Constitución Política del Estado de Guanajuato que contempla la figura de la Fiscalía General del Estado que, a diferencia de la actual Procuraduría General de Justicia, gozará de una supuesta autonomía que, por cierto, es sólo una utopía, porque siempre existirá un compromiso del fiscal en turno con quien lo llevó a la titularidad de la Fiscalía.  Esta misma reforma constitucional contempla en sus artículos transitorios que, el Procurador General de Justicia que se encuentre en funciones al momento de expedirse la declaratoria a que se refiere el párrafo anterior, asumirá las funciones de Fiscal General del Estado, y esto es lo que ha causado fundamentalmente la polémica, lo que ha sido llamado el “pase automático”.

En realidad, bajo consideraciones jurídicas y prácticas para la transición de la figura de Procuraduría a Fiscalía, no le veo mayor problema, es una disposición transitoria razonable.  El problema radica en la incompatibilidad de la forma jurídica para transitar de la Procuraduría a la Fiscalía, respecto a la perspectiva política y sobre todo social, porque deja mucho qué pensar ante el interés público, que sea Zamarripa quien siga tenga continuidad ostentando tan alto cargo.

Y es que, desde el punto de vista político, ha sido cuestionado que Diego Sinhué haya ratificado a Zamarripa, porque se interpreta que continúa el dominio de intereses de grupo encubiertos por el poder público en el Estado, heredados por Miguel Márquez a su bendecido sucesor.  Y el enfoque político radica en que, pasa a segundo término la efectividad y el sentir social, prevaleciendo la lucha de posicionamientos de los actores propiamente políticos y particularmente de partidos.

Pero lo más grave es que, desde la perspectiva social no tiene sentido ni la ratificación de Zamarripa como Procurador (que ya es historia), y ahora, su eventual continuidad como Fiscal por nueve años más, a pesar de que la población general en Guanajuato, vive a flor de piel la peor situación de inseguridad que se tiene en memoria social e histórica.

Y si queremos vincular el enfoque social con el jurídico, valdría la pena reflexionar si Zamarripa cumple el requisito legal de “gozar de buena reputación”, porque al menos ésta, no la tiene el eventual fiscal estatal en el medio político ni social.  Si para Diego Sinhué, tener buena reputación es tener la permanencia por años en la función de procuración de justicia, creo que está equivocado si no considera su efectividad, y ésta sólo se determina de manera objetiva, valorando números, datos duros, acorde a los resultados propios de la naturaleza de la función de procuración de justicia, en este caso.  Después de que Diego Sinhué recibió su constancia de mayoría como Gobernador Electo, dijo que los titulares de seguridad (como Carlos Zamarripa), sería evaluados para ver su posible continuidad; el problema es que nunca especificó qué tipo de evaluación, y es obvio, que no consideraba una evaluación técnica de desempeño y resultados.

Que el bloque panista en el Gobierno del Estado y en el Congreso local quieran justificar su decisión para llevar a Zamarripa a convertirse en el primer Fiscal en el Estado, apegándose a la ley, no les otorga la calidad moral ante la sociedad, quien está dolida por la ineficacia en la procuración de justicia a cargo de Carlos Zamarripa, y porque la gente sigue siendo ignorada por un Gobernador y diputados panistas que prefieren mantener el poder a modo, para seguir gozando de sus beneficios personales y de grupo.

Vivimos con un gobierno estatal soberbio, cada vez más cínico en la toma de decisiones alejadas al interés público; y por la forma en que continúa este proceso de transición de Carlos Zamarripa de Procurador a Fiscal, no queda duda que es una necedad del Gobernador y el grupo que representa, un término que gramaticalmente refiere a la cualidad de necio, entendiéndose éste como ignorante y que no sabe lo que podía o debía hacer, falto de inteligencia o de razón.  Ésta sigue siendo la triste realidad en nuestro Estado.

Jorge Acuña. 

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Referencias:

 

Creación de la Fiscalía General del Estado.  Constitución Política del Estado de Guanajuato.  Artículo 95. Reforma del 14-07-2017.

Recuperado el 22 de diciembre de 2018.

https://congresogto.s3.amazonaws.com/uploads/ley/pdf/1/CONSTITUCION_POLITICA_PARA_EL_ESTADO_DE_GUANAJUATO_PO_14nov2018.pdf

Diego Sinhué refiere que los titulares de seguridad serán evaluados.

Recuperado el 22 de diciembre de 2018.

http://zonafranca.mx/recibe-diego-sinhue-rodriguez-constancia-de-mayoria-como-gobernador-electo/

Definición de necio.   Real Academia Española.

Recuperado el 22 de diciembre de 2018.

http://dle.rae.es/?w=Necedad