La mano de hierro, junto con los ojos del pueblo

Decíamos ayer, pongo de nueva cuenta en la mesa del debate el tema que lastima y ofende no sólo a los ciudadanos de León sino de nuestra entidad, que es Guanajuato. Vamos por partes.

Esta mañana me permito iniciar mi exposición yendo de lo particular, a lo general y en este tenor quiero compartirle que en el seno de mi familia nos  han robado a tres integrantes que omitiré sus nombres por cuestiones de seguridad, al primero en un gran centro comercial que cobra por su estacionamiento pero no responde por los daños o pérdidas del vehículo, le fue sustraído el estéreo, bocinas y algunas pertenencias.

El segundo fue objeto de robo y daños, con una diferencia de 21 días entre ambos robos, la primera en el estacionamiento de un negocio de donas y la segunda en uno de los negocios ampliamente diseminados por la ciudad, en cuestión de 5 minutos.

Hace apenas unas horas  en un concurrido boulevard “cristalearon” mi vehículo sin llevarse ningún objeto. Ante esta realidad delincuencial se me vienen a la memoria varias preguntas y quiero que Ud me ayude a responder, vale la pena presentar denuncias cuando no detienen a nadie en el lugar de los hechos?

La otra pregunta,  qué miembro de su familia se ha salvado de un robo, atraco o cristalazo y con toda seguridad, serán los menos porque ya todos tuvieron esa amarga experiencia.

En esta tesitura, ya no queda margen para nada, muchas declaraciones y promesas, infinidad de pasarelas, foros y demás reuniones en donde se dice siempre lo mismo del “casi lo resolvemos”, “estamos trabajando”, “nos estamos coordinando”, etc. Lo cierto es que, esta ciudad pujante, entusiasta, trabajadora y por qué no, hasta estoica, ha sido víctima de su propio éxito.

Siguiendo este hilo conductor, es un hecho probado que a los leoneses les ocupa y preocupa la seguridad  y esto será posible cuando se dé la reparación del daño a las víctimas, castigo a los culpables, erradicando la impunidad pero sobre todo  brindando seguridad a la ciudadanía leonesa.

Lamentablemente, la percepción ciudadana, puedo afirmar sin ambages, que es de temor, terror y miedo al transitar en sus vehículos o simplemente caminar  por las calles o avenidas de esta ciudad.

Consecuentemente casi  por  inercia se ha ido estableciendo por los leoneses, un toque de queda en nuestra ciudad y ahora vemos las calles y restaurantes más vacíos y sólo los que se atreven son los jóvenes que en búsqueda de esparcimiento, no miden el peligro que hay en nuestro entorno o bien aquéllos quienes por motivo de su trabajo, salen a la calle; luego entonces, ahora los que son dueños de León son los pandilleros, el crimen y los amantes de lo ajeno.

Vale la pena en este renglón, apuntalar que con este motivo, se han acrecentado las empresas privadas de seguridad y con esto, aparentemente existe más protección aunque en los hechos, estas empresas contratan indiscriminadamente a cualquier persona para investirlo de vigilante, que al final del día, son meros porteros con uniforme en las colonias que cuentan con este servicio privado y en otras ocasiones, ellos son los propios “halcones” que facilitan el delito de robo a casa-habitación.

Este comentario, lo hago con reservas, porque sí hay algunas empresas que sí brindan el servicio deseado de protección. En otros casos, los robos aún con  vigilancia son cometidos por personas que se camuflan como arrendatarios de alguna casa y ya dentro de la colonia, cometen los delitos, pasando desapercibidos.

Por último no quiero dejar esta columna, sólo con comentarios negativos sino que habrá que proponer en definitiva formas de logística para evitar todo tipo de corrupción y abuso y que más bien se fomente la eficacia.

Urge darle ojos al pueblo, para esto tenemos que aceptar que a  nuestro Alcalde lo han rebasado los hechos y a pesar de existir toda la disposición, necesita la supervisión de todos los mandos y responsables que tengan en sus manos la seguridad de todos los leoneses y de otros rubros que implican las facultades y deberes consagrados en el art. 115 Constitucional como son Calles, Parques y Jardines, Alumbrado público, Recolección de basura, Rastros, Mercados, Agua Potable y Alcantarillado,  Transporte público, Obras Públicas, Seguridad pública entre otras y aquí es donde debe entrar un vigilante con amplias facultades, que pueda  tener la capacidad resolutoria de salir a la calle y con todo profesionalismo, exigir el funcionamiento adecuado de todo lo que no se esté cumpliendo cabalmente.

Esta figura no la estoy inventado, ya hay antecedentes en Chile, Canadá, Estados Unidos, La India, Australia, Centroamérica, etc, a esta figura administrativa se la ha denominado “ City Manager”,  el cual se instaló en Tijuana en el año 2000 y en Texcoco en el 2006.

Luego entonces se ocupa que este personaje no pertenezca a ningún Partido político, sea incorruptible, de probada honestidad y que reúna las características de tener una mano de hierro para invitar que se vayan los que no quieran cumplir con su deber y su trabajo o bien para reconocer a aquéllos que hagan todo por el deber cumplido y que esta investigación  y supervisión no tenga distingos y sea aplicable desde el más humilde de los servidores públicos, hasta la cabeza misma del H. Ayuntamiento de León y verdaderamente se cumpla la máxima de esta ciudad, que es “El trabajo todo lo vence”.