Hay miles de drogas en las calles, pero los hijos no caerán si hay amor en la familia: Hanns Myhulots

Hanns Myhulots en conferencia de prensa ofrecida en el Colegio Guanajuato

León, Gto., a 13 de julio de 2019.- Hay muchos cárteles, hay muchos capos, hay miles de drogas en las calles, pero los hijos no caerán en el vicio si no falta el amor en la familia, dijo el misionero francés que trabaja en Centroamérica, Hanns Myhulots, en una conmovedora conferencia que se realizó en el colegio Guanajuato.

Su historia es estrujante, porque su caída en las drogas y en la delincuencia, le hicieron sufrir un accidente que le hizo perder sus dos piernas; quedar afectado de la columna, en donde tiene un clavo de prótesis, y su cara tuvo que ser reconstruida; estuvo dos meses en coma…

Presentado por la directora del plantel y síndica del Ayuntamiento, Leticia Villegas Nava, en un auditorio lleno, Hanns Myhulots, comienza con bromas a llamar la atención, es ingenioso y ocurrente, pero entre chiste y bromas, su historia conmueve al que más y la mayor parte de la gente tiene los ojos llorosos y seguro un nudo en la garganta; él dice que su caída en las drogas su culpa es de un 98 por ciento, y un dos por ciento de sus padres que nunca lo quisieron porque nació cuando ya no esperaban otro hijo.

“No me amaban, nunca hubo cariño para mí… y más me odiaron cuando les robé por seguir consiguiendo drogas, cada vez en mayor cantidad”, lo sacaron de la cárcel siete veces pero la octava ya no y luego de dos años y medio de prisión, al regresar a la casa le dijeron que él ya había muerto para la familia, por lo que se refugió en las calles y vivió en los puentes y cloacas.

En la pandilla encontró el reconocimiento que no tuvo en su hogar, en las drogas halló la felicidad, casi mortal, que nunca tuvo con su familia. “Es marihuana, no hay problema”, le dijeron pero de esta droga pasó al éxtasis, a la cocaína, a la heroína, cada vez en mayor proporción.

Un día de su cumpleaños y que sus amigos le pusieron un festín de drogas, él en su alucinación vio a Jesús que le regaló unas alas; se subió a un edificio y se lanzó a volar, pero fue ahí donde casi muere.

Tras deseos e intentos de suicidarse, un misionero llegó hasta él y lo ayudó a entrar en un proceso de rehabilitación “pero el amor de Dios no lo conocí hasta que nació mi hija, hasta que la llevé por primera vez a la escuela, hasta que le di un beso de buenas noches y un beso de buenos días…”.

Hanns cuestiona a los presentes si ese día por la mañana besaron a sus hijos y les dijeron cuánto los aman, y no es asunto de trabajo, de que son mayores de edad los hijos, “porque para el amor no sabemos si es que tenemos 24 horas de vida solamente”.

ADVIERTE DE LAS DROGAS QUE ESTÁN ENTRANDO A MÉXICO
En una rueda de prensa previa a su conferencia, Hanns Myhulots deplora la cantidad de droga cristal que se está distribuyendo en México y especialmente en León, pero advierte que hay otras tres más que están llegando y son más peligrosas:
“Una es krokodil (cocodrilo) que es tan dañina que de consumirla, las personas solo tienen un año de vida; dos, es la voz de ángel, que cuesta 9.99 pesos, pero es una droga auditiva, es decir que son frecuencias sonoras que provocan todo tipo de placer y alucinaciones pero es adictiva y puede causar daños neuronales; y la tercera es el éxtasis, que se disuelve incluso en agua pero que es psicoadictiva y provoca distintas reacciones e incluso deseos sexuales por muchas horas, pero con pérdida de la conciencia.

“Nosotros la descubrimos y pusimos la alerta porque a una joven que le inyectaron en la bebida, fue violada por diez sujetos”.

Hanns ahora trabaja en Guatemala donde atiende a niños y jóvenes adictos, a niños enfermos de sida, a jovencitas rescatadas de la trata de blancas y de la prostitución y para ellos es por quien va por todas partes buscando apoyos.