Agencias.- El Consulado de México en Miami informó el domingo, a través de su cuenta de Twitter, que ha ofrecido apoyo a los familiares y amigos del intérprete José José, quien falleció el sábado.
El Consulado ha ofrecido y reitera su apoyo a la familia del talentoso intérprete mexicano #JoseJose, en apego a las leyes estadounidenses e internacionales, relativas a la asistencia consular.
— ConsulMex Miami (@ConsulMexMia) September 30, 2019
Horas antes, José Joel, hijo del ‘Príncipe de la Canción’ publicó un video en su cuenta de Twitter en el que pedía a su hermana ‘Sarita’ se comunicara con él para conocer el paradero del cuerpo de su padre.
El cantante José José falleció a los 71 años de edad, en Miami, Florida.
“Con el corazón roto y un dolor indescriptible les confirmo el paso de Don José José al llamado de nuestro señor Jesucristo. Les agradecemos cada muestra de cariño. Nuestra familia los ama y pronto nos comunicaremos con ustedes”, publicó el también intérprete José Joel, en su página oficial de Facebook.
De acuerdo con expertos consultados por El Financiero, José José se consolidó a la par de la clase media mexicana.
Fue el maestro de la educación sentimental de un país que quiso sacudirse el sombrero para saludar al smoking; el gurú de un pueblo hastiado de cantinas y pulquerías pero ávido de bares y clubes nocturnos.
La Ciudad de México ya no necesitaba ídolos en un carnicero (Javier Solís), un tendero campesino (José Alfredo Jiménez) o un carpintero (Pedro Infante); sí en un muchacho elocuente, delicado y avezado en el arte del bel canto y la bossa nova.
“José José es el reflejo de la década de los 70. La educación sentimental de sus canciones va más allá de la ranchera dolida de José Alfredo. Su música planteó una mayor sensibilidad que permeó, sobre todo, en las clases medias burócratas, empleadas y hasta universitarias, alejadas de los obreros y los campesinos”, considera el periodista Fabrizio Mejía Madrid.
‘El Príncipe de la Canción’ dio a la música popular mexicana un refinamiento sin precedentes, asegura el escritor Julio Patán.
“Fue el primer crooner mexicano”, sostiene. “Se coló en las clases medias ilustradas. Fue la brillante culminación de las diferentes vertientes de la música mexicana, desde el bolero hasta la ópera, que es una de las fuentes de las que él abrevó (su padre fue tenor)”.
